
Hay lugares donde el mar es un paisaje. En Abama Resort, es una forma de vida. Desde cada rincón de nuestras propiedades de lujo en Tenerife —ya sea una villa con piscina infinita, una terraza con vistas al campo de golf o un apartamento diáfano sobre la colina— el Atlántico está presente. No solo como telón de fondo, sino como un protagonista silencioso que define el ritmo de vida y el deseo de quedarse para siempre. Quienes se enamoran de Abama lo hacen, en gran parte, por esa conexión íntima y directa con el Gran Azul. Aquí, el océano no solo se contempla, se experimenta. Sentir la arena de Playa Abama en una caminata matinal, compartir una cena entre amigos sumergidos en sus dorados reflejos al atardecer o vivir, gracias al sin fin de actividades disponibles, nuestros mejores momentos en familia; son solo algunas de las cosas que sellan nuestra relación con él.
Es difícil imaginar que un lugar como Playa Abama exista en Tenerife, una de las islas más populares de Las Canarias. Escondida entre plataneros y acantilados volcánicos y protegida por una bahía natural, esta playa de arena dorada es una joya reservada a quienes saben encontrarla. El acceso, a través del resort, la convierte en un rincón muy exclusivo y desconocido por muchos. Aquí no hay masificación ni prisas, solo el rumor de las olas y la posibilidad de desconectar por completo.
Porque honramos un lugar que es un privilegio, Playa Abama y el océano frente a nuestro resort es también el escenario de algunas de nuestras iniciativas de sostenibilidad. Comprometidos con su protección, el cuidado de nuestro privilegiado rincón frente al mar tiene espacio para todos. Desde cosas sencillas como las jornadas de limpieza organizadas entre las actividades educativas para niños del Kids Camp a proyectos ambiciosos como el libro Blue Ocean.
Un mar para explorar y proteger
Más allá del baño y el relax, la costa suroeste de Tenerife es uno de los mejores lugares de Europa para conectar con la vida marina: la franja marina Teno-Rasca entre las islas de Tenerife y La Gomera en las Islas Canarias. Es por ello que muy cerca de Abama se organizan salidas en barco para el avistamiento responsable de cetáceos —especialmente calderones tropicales y delfines mulares— que habitan de forma permanente esta franja del Atlántico. También hay centros de submarinismo y snorkel que ofrecen inmersiones para todos los niveles, en aguas cristalinas y con fondos marinos llenos de biodiversidad.
Fue este conocimiento de las maravillas a explorar el que nos llevó a dar un paso más allá. Abama Blue Ocean es más que un libro: es una declaración de amor al océano y un manifiesto para ayudar en la conservación del entorno. A través de fotografías de los principales fotógrafos marinos de la zona, este volumen celebra la belleza del mar y la responsabilidad compartida de conservarlo.
La emblemática publicación -de cuya venta se deriva un porcentaje económico a las asociaciones Tonina y Pelagic Life Canarias– fue concebida como una pieza editorial de coleccionista que reflejara los valores de la comunidad: lujo sereno, integración con el paisaje, compromiso medioambiental y un estilo de vida donde la naturaleza no es decorado, sino esencia.
Comprar una de las propiedades de lujo en Tenerife de Abama Resort es elegir un lugar donde el océano marca las estaciones, suaviza los días y nos recuerda que la belleza está en lo esencial. Es por ello que muchos de nuestros propietarios se hicieron con ejemplar de Abama Blue Ocean y se lo llevaron a sus primeras viviendas en el norte de Europa. Les hace recordar que en Abama vivir junto al Atlántico no es una metáfora. Es una experiencia real, cotidiana, profunda. Y quienes la descubren, rara vez quieren volver a mirar el mar desde lejos.