En constante comunicación con la naturaleza, elementos como el color, la luz y el agua son capaces de transmitir emociones en las villas de lujo de Abama Resort en Tenerife. Porque un hogar es mucho más que un refugio, el proyecto residencial Custom Villas se compone de diseños únicos a la medida de las necesidades y el ritmo de vida de quienes habitan estos espacios. Viviendas con carácter propio que son una prolongación de la personalidad y los intereses de sus propietarios. El responsable de la conceptualización de estas propiedades es el arquitecto Andrés Mazuelas, quien tiene una frase muy adecuada para describir su trabajo: “no construyo metros cuadrados, construyo ilusiones”.
El proceso comienza con la elección de una de las parcelas situadas estratégicamente en la parte alta del resort para tener vistas excepcionales sobre el campo de golf, el océano Atlántico y la isla de la Gomera. A partir de los 750 m2 estos terrenos edificables permiten construir villas de dos plantas con jardines y piscinas privados. Un lienzo en blanco para plasmar exactamente la casa soñada en un enclave idílico del sur de Europa con un clima primaveral durante todo el año y en el marco de un resort que ofrece múltiples opciones para el ocio, el deporte y la gastronomía. Los límites para la construcción están determinados por una serie de parámetros arquitectónicos que no alteren la armonía estética del entorno ni comprometan la calidad de los acabados. A partir de ahí, el trabajo creativo del arquitecto consiste en aprovechar al máximo las potencialidades del terreno, interpretar las expectativas del cliente y ofrecer un diseño arquitectónico con alma propia.
“Un proyecto es una respuesta única a una situación. Una ecuación donde intervienen tantas variables como queramos introducir: la parcela y su forma, el clima y su soleamiento, las vistas, incluso variables tan frías como pueden ser la normativa o el presupuesto”, indica el arquitecto Andrés Mazuelas para quien la funcionalidad y la comodidad están estrechamente relacionados con las emociones que una persona puede experimentar al habitar su vivienda.
Lo que él ha denominado “arquitectura para las personas” tiene que ver con los gustos pero también con las rutinas. Hay hogares en los que la cocina y el salón son protagonistas de encuentros inolvidables, otros que adoran los espacios exteriores y privilegian la entrada de luz natural en todas las habitaciones, también hay quienes entienden la vivienda como un espacio íntimo de recogimiento y tranquilidad y otros que necesitan sentirla como una cómplice para el desarrollo de su proyecto profesional. El uso que cada uno le dé a los diferentes rincones de la vivienda es fundamental para entender la personalidad que se quiere proyectar con la arquitectura.
“Me gusta pensar que un proyecto es una composición musical, un cuadro, un relato o película que cuenta una historia. Sí, un proyecto de arquitectura tiene un relato detrás. En lugar de una secuencia de notas hay una secuencia de espacios, volúmenes y juego de luces y sombras”. Con estas palabras, Mazuelas deja claro que su proceso creativo empieza cuando conversa con las personas que ocuparán cada Custom Villa. Mediante diálogos abiertos, el arquitecto descifra aspectos claves que le servirán para desarrollar su propuesta. Porque más allá de una obra de autor, él busca interpretar rasgos de personalidad del cliente para que se sienta partícipe del proyecto y se vea reflejado en el resultado final. Un trabajo que él define como “personal y personalizado” en el que tanto el creador como el propietario se sienten identificados. Como él mismo afirma, se trata de “una solución única y diferenciada de las demás, una respuesta exclusiva: ¡es mi casa!”
Para conseguir este efecto, Andrés Mazuelas sorprende con detalles singulares que interpelan a quienes viven en cada propiedad o incluso, a quienes hacen de su Custom Villa un santuario para el teletrabajo. Así lo explica el propio arquitecto: “me gusta introducir elementos inesperados que estimulen las emociones, giros o colores que generen sensaciones de sorpresa, incluso de alegría. Como descubrir una vez más esa vista en la que te quedas parado mirando al océano entre la Palma y la Gomera. Seguro, protegido. Mirando al infinito.”
Villas de lujo que no se conforman con reproducir las tendencias del momento sino que plantean un diseño a medida, una propuesta particular de arquitectura moderna para quienes dan un paso más en confort. Personas que buscan su propio terreno para construir la casa ideal y, al mismo tiempo, disfrutan de las infinitas posibilidades de un resort seguro al interior del secreto mejor guardado de Tenerife.