Imagina despertar y, en 20 minutos, hacer la videollamada semanal corporativa mientras ves el sol se desplegarse sobre el océano. Todavía hay quien piensa que comprar una propiedad de lujo en Tenerife es un plan para disfrutar del tiempo libre, pero hace tiempo que muchos inversores europeos saben que Canarias es mucho más que un paraíso de vacaciones. Más allá del teletrabajo, en la última década, las Islas Afortunadas se han convertido en sede de empresas de diferentes sectores, desde la Economía Azul a la creatividad audiovisual, que han encontrado en las ventajas fiscales de la Zona Especial Canaria (ZEC) el aliciente definitivo para trasladar su sede a un lugar donde es fácil captar talento de profesionales atraídos por el clima excepcional y la calidad de vida.
Canary Islands Business Hub
Al ser territorio de la Unión Europea y aunar seguridad y el marco económico altamente competitivo de la ZEC, el archipiélago lleva unos años asistiendo a la consolidación de un ecosistema empresarial auspiciado por diversos programas europeos y del gobierno insular. Canarias ya no solo es conocida por su clima privilegiado durante todo el año, sino que también se ha consolidado como un hub estratégico para empresas innovadoras. Además, gracias a su ubicación geográfica, sirve como puente natural entre Europa, África y América, facilitando el acceso a mercados internacionales. Un claro ejemplo es el Canary Islands Business Hub, promovido por la empresa pública PROEXCA, que actúa como un European Business Hub en África. Este centro ha contribuido al desarrollo de sectores como el software, la producción audiovisual, la animación digital y los videojuegos o el outsourcing, y ha atraído inversiones de empresas internacionales que buscan beneficiarse del marco fiscal y la alta calidad de vida que ofrece Canarias.
El atractivo fiscal de la ZEC es uno de los mayores incentivos para los empresarios europeos que buscan optimizar la tributación de sus compañías. Con un tipo impositivo reducido del 4 % en el Impuesto de Sociedades, significativamente menor que en la mayoría de los países de la UE, y con exenciones en impuestos indirectos, Canarias se convierte en un enclave ideal para establecer empresas de alto valor añadido.
Pero si establecer una empresa en Canarias se traduce en beneficios económicos para una empresa, también es sustancial la mejora de la calidad de vida de sus responsables. Vivir en Tenerife, especialmente si se elige una comunidad residencial consolidada como Abama Resort, es también una oportunidad única para establecer un hogar en un entorno exclusivo. Las instalaciones de primer nivel, pensadas para aquellos que valoran el bienestar, el deporte y la gastronomía, forman parte del ADN del estilo de vida de Abama. Hay pocos lugares Europa en los que se puede pasar el día jugando al golf en un magnífico campo diseñado por Dave Thomas, luego relajarse en un SPA de marcas y tratamientos exclusivos y acabar cenando en un restaurante con estrella Michelin mecidos por la calma y el entorno natural de Guía de Isora. Los productos inmobiliarios del resort, con opciones para todas las familias y objetivos patrimoniales, incluyen actualmente apartamentos con licencia vacacional (Los Jardines de Abama), ideales para quienes buscan rentabilidad cuando no residen en la isla; villas de lujo (Las Villas del Tenis y Las Atalayas) propiedades tanto de uso turístico como libre diseñadas con los más altos estándares de calidad y diseño y, finalmente, exclusivas parcelas para construir una mansión a medida bajo los parámetros de excelencia arquitectónica de Abama.
Este equilibrio perfecto entre trabajo y vida personal hacen que comprar una propiedad de lujo en Tenerife no solo signifique vivir en un enclave tranquilo y exclusivo, sino también contar con un activo inmobiliario en una de las localizaciones más atractivas de Europa a nivel empresarial. La estabilidad del mercado inmobiliario local y el atractivo turístico de la isla garantizan una inversión segura con gran potencial de revalorización mientras que, a nivel empresarial, los negocios se benefician de la combinación de incentivos fiscales, talento cualificado y conexiones con mercados globales. Un sueño hecho realidad que, en Abama Resort, se traduce en una vida sin renuncias, con el sol como testigo y el Atlántico como escenario.
