El exclusivo perfume Abama es un sofisticado tributo a la naturaleza. Obra de la perfumista Angela Ciampagna, se inspira en las notas limpias de la madera, en la frescura de las piscinas, la serenidad de los campos de golf y el refinado confort de los espacios privados.
Fruto de horas de reflexión experta en su casa de perfumes pero también del taller compartido con el personal de Abama, el resultado es un aroma de base cítrica con notas de sándalo y almizcle de gran delicadeza y muy rico en matices. Único en su composición, esta fragancia no solo nos acompañará en pasillos, habitaciones y zonas comunes, sino que pronto estará disponible en velas y ambientadores para quien quiera llevarse a casa un poco de nuestro resort Tenerife.
En esta entrevista, Ciampagna nos explica cómo se ha configurado la fragancia Abama y por qué es tan importante que las marcas definan su propio aroma.
¿Qué hay detrás de la elaboración de un perfume?
Técnica, creatividad, sensibilidad e investigación. El perfume es algo invisible con un gran poder.
¿Cómo se gestó el perfume Abama?
Para crear la columna vertebral de la fragancia Abama, los profesionales que trabajan en el resort sugirieron historias de vida, me explicaron el significado de este lugar, la importancia de Playa Abama y las expectativas de quienes llegan al resort. Lo primero que hicimos fue una prueba olfativa para empezar con una palette de olores y luego con cada idea surgía una nota. Por ejemplo, el equipo de Abama me guió por el resort aportándome datos de quienes viven o se alojan aquí, qué quieren, con qué sueñan y qué olor único brindan a sus hogares: las notas limpias de la madera combinadas con materiales de construcción contemporáneos y espacios que evocan transparencia y luz. A partir de ahí creamos una paleta de olores con conceptos como elegancia, refinamiento, unicidad, internacionalidad y obviamente, el toque único de Canarias.
¿Cuál fue el resultado de esa primera combinación?
El primer resultado fue una fragancia afrutada de color verde con notas nobles de vetiver y la transparencia del almizcle. La salida del perfume Abama es ligeramente cítrica de yuzu, limón y bergamota, con un toque verde de cactus que va hacia un ligero y apenas perceptible viento floral de jazmín y frangipani. El corazón es una abundante cesta de frutas tropicales enmarcada con hojas verdes de higuera que acompañan la base amaderada y ambarina de tolú y ládano, pasando por una cola aromática de menta, romero, albahaca e incienso de pino canario.
¿Cuándo incluisteis al personal de Abama?
A esta base creada en mi casa de perfumes, Label, le hemos añadido un toque realmente especial, el de quienes gestionan cada día Abama, los profesionales que trabajan aquí. Preparamos un auténtico laboratorio itinerante y lo llevamos a Abama para organizar un taller en el que tenían a su disposición una paleta capaz de "seguir la nota": unas 50 materias primas diferentes para añadir un matiz personal a la "base especial Abama" realizada por nosotros. La paleta incluía materias primas autóctonas, pero también acordes más complejos previamente preparados en Label como el olor a sal, a un ramo de flores blancas, a macaron, etc. Realmente podemos hablar de un esfuerzo “multinariz” en el que los veinte frascos creados por el equipo de Abama y sus fórmulas pasaron por una selección interna hasta definir la fórmula final, un camino verdaderamente único que generó un perfume rico y multifacético, capaz de ser elegante y moderno, y dando al ambiente un toque atemporal.
Hablemos un poco de ti, ¿cómo te incorporaste a este mundo?
Desde pequeña he prestado mucha atención a los olores, a los perfumes, a su lenguaje secreto. Después de mis estudios universitarios hice cursos específicos en Italia y en el extranjero. Mi formación como “nariz” es muy transversal, de hecho no vengo del mundo académico francés. Después de mis primeras experiencias comencé a trabajar por encargo, tuve la oportunidad de tratar con empresas productoras y estudié técnicas de extracción de destilación en una empresa italiana de aromas alimentarios.
¿Cómo te decidiste a crear Label?
Con mi compañero de vida y de trabajo, Enrico Maraffino, decidimos invertir todos nuestros ahorros en lanzar una casa de perfumes de alto nivel artesanal con piezas numeradas, ediciones limitadas, materias primas raras y nuevos acordes. Nuestra empresa, Label, nació en Italia en 2010 con la vocación de retomar las antiguas técnicas de las casas europeas de principios del siglo XX añadiendo técnicas modernas. Cuando en 2019 trasladamos la sede a Tenerife dimos un salto al vacío, un salto que, aún tomando bien las medidas, no se puede dar sin una dosis de locura.
Habéis recibido diversos reconocimientos como perfumistas…
Desde que empezamos como empresa nos destacamos por nuestro estilo y en 2018 fuimos premiados como mejor marca de nicho en el Premio FiFi en Rusia. Y a nivel personal, este mismo año, recibí un reconocimiento que me llena de orgullo. Me han nombrado embajadora oficial del "Bergamotto di Reggio Calabria", algo que me hace particularmente feliz porque detrás de esta academia hay profesionales apasionados que llevan adelante la cultura y las técnicas vinculadas a uno de los principales ingredientes de la paleta de un perfumista.
¿Por qué es tan importante para un proyecto como Abama su propio aroma?
Crear una identidad de marca a través de una arquitectura olfativa significa reconocer el poder ancestral de este sentido y la conexión directa y profunda entre la nariz y el cerebro. Para darnos cuenta del poder de los olores que nos rodean es bueno centrarse en este hecho: el ser humano recuerda un 35% de lo que huele frente a un 5% de lo que ve. A través de los olores podemos generar una conexión entre el producto o servicio que queremos narrar y sus destinatarios, por lo tanto podemos distinguir los valores de un lugar, en este caso un espacio como Abama, componiendo un caudal de olores que nos traen la sensación de bienestar, elegancia, refinamiento y naturalidad.
Una última pregunta: ¿A qué huelen las islas canarias?
El olor de Canarias es muy particular y como hay distintos microclimas se puede decir que conduce a diferentes caminos olfativos. El olor ozonizado es muy fuerte, basta acercarse a la orilla del océano y la fuerza vital de las olas trae consigo el olor a algas, musgo y sal, luego avanzando un poco llegas a las zonas más históricas donde se encuentran las antiguas construcciones con sus puertas, escaleras y porches que desprenden aromas de azafrán, incienso y maderas preciosas. Evidentemente, el olor a frutas y flores tropicales nos envuelve durante todo el año con sus aromas azucarados y de vainilla, notas verdes y frescas.
Mezcla de esencias naturales y fruto de un intenso trabajo en equipo, el exclusivo perfume Abama es capaz de transportarnos a los paisajes de la Isla desde dondequiera que estemos y, sobre todo, de conectarnos con la esencia de Abama Tenerife.
