Deliciosamente aromáticos y sencillos, los postres canarios muestran la sutil combinación de culturas e ingredientes locales. Entre los más peculiares, el frangollo -una exquisita mezcla de cereales y frutas- sabe a tradición, a homenaje al pasado que muchos hogares se afanan hoy por recuperar. Si eres de los que adoran rescatar del pasado tesoros como aquellas deliciosas galletas de la abuela, descubre cómo preparar este dulce popular, una combinación de sabores y texturas especialmente deliciosa si la combinas con la miel de flores 100% canaria, la miel de palma.
Comencemos por sur orígenes… La palabra “frangollo” significa mezcla de granos triturados, un término que trajeron a las Islas los canarios retornados a mediados del siglo XX, tras haber emigrado a América y a Las Antillas. Hoy en día, da nombre a un postre típico cuyo principal ingrediente es la harina de maíz poco molida, combinada con huevos, leche, azúcar, pasas y almendras, y el aroma inconfundible del limón y la canela. Dado su valor nutritivo, antiguamente esta receta era habitual en muchos hogares, pero ahora se prepara casi exclusivamente en el entorno rural, en romerías y en celebraciones folclóricas como comida típica canaria en el día de la región, por ejemplo. No dudes en apuntarte con nosotros a la recuperación de este postre tan tradicional como fácil de preparar…
Ingredientes para 8 raciones de frangollo
1,5 litros de leche
250 gramos de harina de maíz (hay marcas que la comercializan como harina especial para frangollo)
100 gramos de azúcar
3 yemas de huevo
50 gramos de pasas
50 gramos de almendras
Una cucharada de mantequilla
Piel de limón
Una pizca de canela
1 cucharadita de matalahúva o anís
Elaboración del frangollo
El primer paso es tostar las almendras en una sartén y reservarlas. Paralelamente, calentamos en una olla la leche con la piel de limón. Cuando comience a hervir, retiramos la cáscara, bajamos la potencia del fuego y vamos añadiendo la harina sin parar de remover, para que se vaya disolviendo sin grumos.
Cuando la mezcla haya espesado, añadimos las 3 yemas de huevo batidas, el azúcar, la mantequilla, y los granos de matalahúva o la cucharadita de anís. También la canela, las almendras y las pasas. Seguimos removiendo, unos 10 minutos más, para que todo quede bien ligado y adquiera una mayor consistencia y… ¡ya lo tenemos! Solo queda verter la mezcla en cuencos individuales o en una fuente grande y dejar enfriar, o no…
Si te gusta frecuentar los restaurantes locales, muy seguramente encontrarás el frangollo en la carta de algunos locales cuando decidas comer en Tenerife. Si no, ya no tienes excusa para prepararlo tú mismo. Y recuerda: La clave del frangollo es una elaboración a fuego lento, para que todos los ingredientes tomen su especial protagonismo. Puede servirse frío o tibio y adornarse con frutos secos o lo que más apetezca. Además, a diferencia de otros postres canarios, también puede servirse como desayuno. Si quieres que el frangollo ejerza plenamente de postre, no olvides añadir miel, o miel de palma. Y con cada cucharada, recuerda que estarás regalando a tu paladar un plato estrella de la comida canaria, de esos que no deberían perderse nunca, un trozo de tradición.