De finos e intensos aromas, la Malvasía es, sin duda, el más afamado de los vinos de Canarias. Un caldo tradicional que sedujo al mismísimo William Shakespeare y que ha sido inmortalizado en varias obras literarias. ‘Noche de Reyes’ o ‘Las alegres comadres de Windsor’ son solo dos de las obras en las que el dramaturgo y poeta oficial de la corte inglesa hace referencia a este caldo destacado por su dulzor y sabor a uvas. Denominándolo sack o canary wine, el dramaturgo llegó a referirse a él en su obra Enrique IV de la siguiente manera: “Por mi fe que habéis bebido demasiado vino canario, un vino maravilloso y penetrante que perfuma la sangre antes de que se pueda decir: ¿qué es esto?”. Si quieres descubrir por qué la Malvasía mereció tantas exclamaciones, te contamos un poco más sobre la historia de este caldo legendario y por qué creemos que conseguirá seducirte.
Para conocer los orígenes del Malvasía, tenemos que remontarnos al siglo XV, cuando los primeros colonizadores europeos empezaron a plantar viñedos en Canarias, sustituyendo el cultivo de la caña de azúcar. Entre las muchas cepas importadas estaba la de uva Malvasía, una de las uvas blancas más antiguas del Mediterráneo. La variedad no tardó en adquirir prestigio por el vino que daba como fruto: un caldo dulce, de sabor almendrado pero con toques ácidos. De color entre tostado y ambarino, posee además finos, equilibrados e intensos aromas.
Gracias a la posición estratégica de la isla en las rutas de navegación entre Europa, América y África, el Malvasía canario no tardó en exportarse y adquirir fama en las cortes europeas, especialmente en Inglaterra. Así que no es de extrañar que no solo Shakespeare, sino también Walter Scott o Lord Byron mencionaran el vino canario en sus obras.
Pero tras una época de gran esplendor, llegó la decadencia. Los enfrentamientos entre las coronas de España e Inglaterra y las dos plagas que golpearon a los viñedos canarios —una en 1852 y otra en 1878— acabaron con la producción del vino Malvasía. Hubo que esperar a los años 90 del siglo pasado para que algunas bodegas canarias se decidiesen a rescatar una de las joyas vitivinícolas de las Islas. Gracias a su ilusión y dedicación, esta bebida canaria ha vuelto a recuperar su prestigio de antaño rivalizando en dulzor y popularidad con el licor de las islas por antonomasia: el ron canario.
Aunque existen variedades tanto dulces como secas y espumosas, tres son las Malvasías canarias consideradas entre los mejores vinos dulces del mundo: Malvasía Carballo, de la isla La Palma; Malvasía Teneguía, también de La Palma, y Malvasía Bermejo, denominado también "vino volcánico", elaborado en Lanzarote. Te recomendamos maridarlos a la hora del aperitivo con unos ricos quesos canarios, como acompañamiento de un delicioso postre o bien como digestivo después de una copiosa comida.