Hay experiencias mágicas capaces de marcarte para siempre como unas vacaciones Tenerife en las que descubres sitios que parecen extraídos de una película, descansas tranquilamente rodeado de naturaleza y disfrutas de las comodidades de un alojamiento de primer nivel. Una aventura fascinante con la seguridad y la garantía de no salir de la UE pero dejando atrás el frío invierno europeo en apenas unas horas. Además, con la posibilidad de conocer una comunidad local auténtica que ha sabido convivir con el turismo internacional sin renunciar a sus señas de identidad.
Situada ligeramente al norte del trópico de Cáncer, Tenerife es la isla más grande del archipiélago canario. Una ubicación geográfica única que le ha permitido proteger la mayor cantidad de especies endémicas de Europa al punto de ser reconocida por la Unesco como reserva de la biosfera. Con una temperatura media de 22 grados y unas 3000 horas de sol al año, este lugar ostenta el título de “isla de la eterna primavera” y cuenta con una riquísima cultura y gastronomía locales. Un tesoro bien cuidado que se ha abierto al mundo gracias a sus conexiones aéreas permanentes, equipamientos culturales como el auditorio Adán Martín, hoteles de lujo y por supuesto, playas paradisíacas a orillas del Atlántico.
Naturaleza en estado puro
De esencia volcánica, la isla cuenta con increíbles paisajes áridos en colores ocres, pero también es capaz de llevarnos a bosques milenarios con vegetación de extraordinarias dimensiones. Todo esto sin olvidar las impresionantes piscinas naturales que se forman en muchas de sus playas. Un marcado contraste de tonalidades, texturas y panorámicas que configuran el marco perfecto para planificar unas inolvidables escapadas Tenerife.
Son cientos las especies vegetales y animales que únicamente pueden encontrarse en este rincón del continente y que permanecen protegidas en lugares exclusivos como el Parque Rural de Anaga. Pero si hay una montaña que realmente representa el Skyline tinerfeño es el Teide. Con sus 3715 metros de altitud sobre el nivel del mar, este volcán es el pico más alto de España y el tercero más grande del mundo después de los hawaianos, Mauna Kea y Mauna Loa. Tan imponente como emblemático, es centro neurálgico del Parque Nacional del Teide, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
De modo que sus 342 kilómetros de costas no solo prometen turismo de sol y playa, sino que albergan una verdadera joya digna de exploración. Entre las muchas actividades que proponen estos paisajes, es posible hacer senderismo, capturar imágenes de una belleza singular, navegar en barco con un grupo de delfines en libertad o admirar la exuberancia de un espacio abierto con aforo limitado como el Barranco del Infierno, Reserva Natural Especial de Tenerife y punto obligado en unas vacaciones Costa Adeje.
La eterna primavera
Sin importar la época del año, esta isla canaria ofrece una temperatura media de 22º, lo cual la posiciona como uno de los lugares con mejor clima de Europa, perfecto para tomarse unos días de descanso del frío invierno, incluso durante el mes de enero. Los vientos alisios de la Macaronesia son los responsables de moderar este tiempo en Tenerife configurando diferentes ambientes según la altura y posición de cada punto cardinal: con mayor humedad y lluvias en el norte y noreste y con un nivel inferior de precipitaciones en el suroeste. Incluso en invierno, si buscas un refugio para pasar el fin de año en Tenerife, encontrarás un clima muy agradable para tu cena de Navidad o Nochebuena.
Un destino de fácil acceso
Perfecto para desconectar y romper con la rutina urbana, las vacaciones Tenerife se encuentran a un paso del continente. Con dos aeropuertos en la Isla, uno en la zona norte, más próximo a la capital, Santa Cruz, y otro en el Sur que acoge la mayor parte del tráfico aéreo proveniente de las capitales europeas, Tenerife es uno de esos sitios para ir de vacaciones en cualquier momento, incluso si se trata de un rápido fin de semana. Según datos del Cabildo de Tenerife, de los 5 millones de turistas extranjeros que se alojaron durante 2019 en la isla, el 35% eran británicos. De modo que para esta población el hecho de contar con una alta frecuencia de vuelos Londres Tenerife representa una gran ventaja respecto a otros destinos. Caso aparte merece el análisis del aumento de vuelos Oslo Tenerife porque según esos mismos datos, la afluencia de turistas noruegos a la isla es tan notable que registró un crecimiento de casi 10% entre 2018 y 2019. Otra ruta destacable es Tenerife Islandia, ya que los viajeros provenientes de este país insular nórdico cuentan con su propia aerolínea bandera, Icelandair, operando desde el aeropuerto Tenerife Sur.
Vacaciones en familia
Porque no hay nada más emotivo que construir recuerdos de vacaciones en familia, Tenerife cuenta con una amplia oferta de posibilidades para viajar con niños y adolescentes. Desde el parque acuático Siam Park, considerado el mejor del mundo con su ola artificial gigante de cuatro metros de altura, hasta el Loro Parque con la colección de loros más grande del mundo, son innumerables las propuestas recreativas para los más pequeños. Por supuesto, hacer senderismo por el Bosque Encantado de Anaga o subir hasta el Teide en teleférico son aventuras obligadas cuando se viaja en familia. Al final de cada jornada, nada como el descanso en un espacio amplio, confortable y con la tranquilidad que ofrecen los mejores hoteles de lujo en Tenerife. Villas y apartamentos ideales para el alojamiento de familias de cualquier tamaño en un entorno prístino, con increíbles vistas.
Deportes al aire libre
La eterna primavera que se respira en Tenerife le ha permitido consolidarse en el ranking de los destinos preferidos por viajeros provenientes del norte de Europa que buscan planes al aire libre como practicar golf en un campo profesional, descansar al lado de una piscina sin aglomeraciones o mejorar su saque en una academia de tenis con clases personalizadas, adaptables al nivel de cada alumno. Adicionalmente, la presencia del océano Atlántico añade un plus de aventura a cualquier plan turístico. El avistamiento de ballenas y delfines en su hábitat natural es una experiencia inolvidable y muy fácil de vivir. Basta con embarcarse en el acantilado de Los Gigantes y emprender una excursión en busca de cetáceos. Por supuesto, los amantes de los deportes acuáticos encuentran aquí el oleaje perfecto para poner a prueba sus habilidades y unos paisajes impresionantes a pocos nudos de la costa.
Siglos de historia
Una de las mejores maneras de acercarse a un destino es impregnarse de su cultura a través de su gente. Hospitalarios y abiertos por naturaleza, los locales conviven con el turismo internacional sin renunciar a su idiosincrasia. Herederos de la tradición pastoril y ganadera del pueblo guanche, los tinerfeños mantienen vivas antiguas recetas como el gofio, conservan las cuevas que alguna vez sirvieron de refugio a sus ancestros e incluso, en la vecina isla de La Gomera, siguen utilizando el silbo gomero para comunicarse. Este lenguaje silbado ha servido durante siglos para acortar distancias aprovechando la potencia de la cavidad bocal y hoy se intenta salvaguardar como patrimonio de la humanidad.
Proyección internacional
La ciudad de Santa Cruz de Tenerife, capital de la isla, alberga uno de los carnavales más importantes del mundo por la multitudinaria asistencia y la gran calidad de sus espectáculos. Además, su ciudad hermana, San Cristóbal de La Laguna, cuenta con un casco histórico Patrimonio de la Humanidad gracias a su impecable estado de conservación. Y si hiciéramos un recorrido por cada uno de 31 municipios de la isla encontraríamos una particularidad por la que merece la pena volver.
Turismo de descanso
Al suroeste, la población de Guía de Isora Tenerife destaca por la defensa de sus costumbres a la par que apuesta por un modelo de desarrollo turístico de lujo que cumpla con las demandas de los visitantes modernos, viajeros exigentes que reclaman exclusividad y servicios personalizados. Y es que la evolución del sector turístico hacia esta tendencia ha sido evidente en la Isla. Lo que en el siglo XX era un turismo de masas alojado en grandes bloques de cemento que solo buscaba sol y playa, se ha venido reformulando hasta enfocarse en un público que espera discreción y descanso. En la actualidad, los mejores hoteles de Tenerife están diseñados para garantizar máxima relajación y privacidad. Una arquitectura sobria y respetuosa con el medioambiente que se complementa con servicios de cinco estrellas para colmar las necesidades del visitante y animarlo a volver una y otra vez.
Privacidad y servicios exclusivos
El diseño de experiencias extraordinarias para los huéspedes es una autoexigencia constante entre los hoteles 5 estrellas Tenerife porque han comprendido que aunque los clientes esperen alojamientos independientes no quieren renunciar a servicios exclusivos de alto standing. Se trata de un perfil que busca un destino tranquilo en el que realmente pueda descansar, pero con una oferta gastronómica, deportiva, de bienestar y de ocio lo suficientemente atractiva y variada como para considerarla inolvidable. Con uno de los mejores campos de golf de Europa, acceso a restaurantes Michelin y una playa apartada entre otras muchas cualidades, Las Terrazas de Abama ostenta el premio turismo Travellers’ Choice y se consolida como una de las propuestas más sólidas del panorama canario. Un apartahotel Tenerife compuesto por 151 residencias con impresionantes vistas al Atlántico y amplias terrazas o jardines privados en los que el visitante puede sentirse como en su propia casa.
Un nuevo concepto
Con la mirada puesta en la conservación ambiental, los viajeros actuales entienden los hoteles de lujo en Tenerife como un concepto que nada tiene qué ver con la ostentación ni la excentricidad. Se trata de establecimientos que cuidan sus emisiones de CO2, hacen uso de materiales sostenibles y privilegian diseños que no generen ruidos visuales en el entorno. Apartamentos e instalaciones que invitan a disfrutar de un alojamiento en Tenerife con todas las ventajas climáticas de la zona y sus enormes posibilidades para aprovechar cualquier estancia y hacer teletrabajo sin presiones externas. Y es que con las facilidades para desarrollarse profesionalmente desde cualquier punto geográfico, el tiempo de ocio y descanso adquiere una dimensión muy diferente en la actualidad: los nómadas digitales también son viajeros que han aprendido a distribuir su tiempo entre los compromisos laborales y las experiencias turísticas.
Cada vez más interesados en explorar nuevos rincones europeos a los que sea sencillo viajar en cualquier momento del año, los nuevos viajeros prefieren unas vacaciones Tenerife en las que puedan experimentar las tendencias del turismo actual. Uno que sea sostenible al proteger el patrimonio natural y cultural de la zona, consciente porque permita disfrutar de cada plan sin prisas ni agobios y auténtico porque resalta lo mejor de las tradiciones y productos locales.