Diseño de amplios espacios interconectados, predominio de la luz natural y uso de materiales sostenibles. La arquitectura moderna interpreta las necesidades de los hogares del siglo XXI para ofrecer viviendas confortables cuyas estructuras satisfagan todos los sentidos. Ángulos en armonía con el entorno, grandes ventanales y piscinas desbordantes conforman un equilibrado juego de líneas que destacan por su belleza. La estética adquiere cada vez más notoriedad como factor fundamental en la revalorización de los activos inmobiliarios.
Equiparable con la inversión en arte contemporáneo, la compra de una propiedad diseñada bajo los más altos estándares de la arquitectura moderna es una decisión que implica pasión por la simplicidad visual, preocupación por el medioambiente y estimación por el destino en el que se sitúa. Atrás ha quedado el concepto de lujo asociado a la ostentación, hay un cambio de paradigma respecto a expectativas personales sobre seguridad, movilidad y ocio. Nos referimos a calidad de vida, tanto en el ámbito privado como en los espacios compartidos con personas que, como nosotros, disfrutan de actividades al aire libre sin hacer grandes desplazamientos. Acompáñanos en un recorrido por la arquitectura contemporánea y descubre por qué las comunidades residenciales de Abama Resort en las que se ha cuidado con mimo cada detalle exterior e interior, incrementan su valor en un mercado que exige diseño exquisito y comodidad a partes iguales.
El minimalismo como estilo eterno
Despojarse de artificios y dar prioridad a los elementos esenciales son los pilares del minimalismo en la arquitectura. Heredero del diseño tradicional japonés, este estilo alcanzó su máxima expresión en la escuela alemana de la Bauhaus a comienzos del siglo XX y es tal su impacto en la creación de ambientes apacibles que se mantiene vigente hasta nuestros días. Si “menos es más” como apuntaba el maestro Ludwig Mies van de Rohe, lo básico no solo tiene que ver con huir de los excesos, sino también con la búsqueda de libertad mediante la eliminación de barreras, la elección de muebles simples en su trazado pero altamente funcionales y la prevalencia de colores claros que inviten a la relajación. Una aparente simplificación que, en realidad, encierra una compleja necesidad de reencuentro con los valores vitales.
La arquitectura minimalista entiende que los elementos imprescindibles son los necesarios. No se recarga ni se excede y por eso hace uso de materiales contundentes como el concreto o el vidrio. Sin embargo, las paredes se nutren de las texturas que emergen de la piedra natural o del hormigón y juegan con las tonalidades de la madera o las posibilidades de los componentes metálicos.
En Abama Resort, el minimalismo siempre ha sido un denominador común en sus proyectos. Este estilo arquitectónico se refleja, por ejemplo, en la sencillez de las formas con cristaleras de suelo a techo para dejar entrar toda la luz natural, habitaciones interconectadas, tonos blancos y grises dominantes, sutileza en las líneas y aprovechamiento de la madera en el diseño de jardines y terrazas. Una propuesta habitacional que invita a la contemplación de lo simple en la cotidianidad.
Homenaje a la arquitectura icónica
Si a comienzos del siglo XX la arquitectura privilegió la limpieza estilística en aras de la funcionalidad, con la posguerra se redefinió esta necesidad y se exploraron todas las posibilidades del hormigón crudo. El Nuevo Brutalismo de Le Corbusier dio prioridad a las estructuras por encima de consideraciones estéticas y aquella aparente frialdad de las propuestas motivó el surgimiento de una nueva corriente que se proponía dotar de expresividad las nuevas viviendas, pero sin perder de vista la sencillez. Los techos bajos y alargados en diseños horizontales fueron la carta de presentación del estilo Mid-Century Modern que floreció en Estados Unidos.
Vigas y pilastras a la vista, yuxtaposición de materiales como madera y baldosas de piedra y una refinada elegancia en los acabados hacen del estilo Mid-Century una propuesta atemporal que encaja en resorts de lujo. Con la sobriedad que le caracteriza, Abama ha rendido tributo a esta arquitectura icónica en el conjunto residencial Bellevue. Espacios diáfanos por los que se divisan imponentes panorámicas del campo de golf o de las aguas del Atlántico. Casas en obra nueva de alto valor estético con las que Virgilio Gutiérrez Herreros y Eustaquio Martínez García se alzaron con el Premio de Arquitectura Manuel de Oraá y Arcocha al mejor proyecto de la primera década del siglo XXI, otorgado por el Colegio de Arquitectos de Tenerife, La Gomera y El Hierro (Coactfe).
Arquitectura de autor, cuando las comunidades llevan firma
Valor añadido en la decisión de compra de cualquier solución habitacional, la comunidad no se contradice con el carácter particular de cada vivienda. No se trata de una homogeneidad sino de una armonía de diseño arquitectónico que permite situar los volúmenes en una justa proporción con el paisaje y conseguir una simbiosis entre las singularidades del terreno y las intenciones de cada proyecto. Construcciones personalizadas de espacios generosos en superficie que se articulan a un único concepto de comunidad residencial.
Cuando el ingenio creativo de Melvin Villarroel dio vida a las primeras construcciones de Abama, su arquitectura del vacío se erigía como sello de identidad del resort. Con un perfecto equilibrio entre entorno y formas sólidas, el hotel Ritz-Carlton, Abama y el conjunto residencial Las Terrazas de Abama se han convertido en iconos de Tenerife. Más allá de la prevalencia de los tonos ocres y blancos en sintonía con la paleta de colores insular, estas construcciones emergen del terreno con naturalidad y juegan hábilmente con las luces y las sombras manteniendo un impacto visual que sigue vigente con el paso de los años.
La huella de lo local en la arquitectura
Arte y técnica de transformación del hábitat humano, la arquitectura moderna se interrelaciona con el espacio en un diálogo abierto y continuo. En la isla de Tenerife es innegable la importancia de las aves por lo que obras como el imponente Auditorio Adán Martín constituye un referente de gran valor escultórico que evoca la sensación de movimiento y libertad. Su creador, Santiago Calatrava, ha dejado aquí su impronta de grandes volúmenes curvos mediante el uso de tres materiales que prevalecen en toda la isla: el hormigón, el cristal y el hierro. De hecho, el concepto arquitectura viva cobra sentido cuando se entiende la estructura como parte de todo un conjunto en el que destacan las construcciones pero también la naturaleza.
También de espectaculares volúmenes semicirculares, el Centro Magma del Palacio de Congresos de Adeje fue concebido como un homenaje a las olas del mar. Una obra en la que los arquitectos locales, Felipe Artengo Rufino, Fernando Martín Menis y José María Rodríguez-Pastrana incorporaron una piedra propia del sur de Tenerife, la chasnera. En el plano opuesto, el de las líneas rectas, se encuentra la iglesia del Santísimo Redentor en San Cristóbal de la Laguna, una construcción que saca partido del hormigón bruto para levantar altas paredes que, sin embargo, permiten el paso de la luz natural.
En este contexto, los proyectos habitacionales de Abama Resort se suman a la moderna propuesta arquitectónica tinerfeña que no intenta imponerse a las formaciones volcánicas predominantes, consigue espacios diáfanos, utiliza piedras locales en sus cimientos y resuelve con ingenio las diferentes alturas de las parcelas. Arquitectos modernos Virgilio Gutiérrez Herreros y Eustaquio Martínez García han firmado los conjuntos residenciales Bellevue y Las Villas del Tenis, dos comunidades con estilos propios muy definidos en las que se privilegia la privacidad y comodidad de quienes las habitan. Corona-Amaral Arquitectos ha sido el responsable de Las Atalayas, las villas de lujo independientes cuya ubicación permite impresionantes vistas sobre el océano Atlántico. Los Jardines de Abama son obra de Coderch Urbanismo y Arquitectura quienes concibieron este grupo de apartamentos de lujo como magnífico mirador para apreciar la isla de La Gomera desde diferentes ángulos. Finalmente, quienes buscan involucrarse en la construcción de la casa de sus sueños, reciben la asesoría personalizada de prestigiosos profesionales como Andrés Mazuelas o arquitecto Leonardo Omar para desarrollar sus villas de lujo en las parcelas de Custom Villas.
Arquitectura y paisaje en simbiosis perfecta
La creación de lugares habitables en sintonía con el paisaje lleva implícita una preocupación por la conservación ambiental y el uso sostenible de los recursos locales. La arquitectura moderna no transforma arbitrariamente el lugar en el que levanta sus obras sino que se comunica con él de manera consciente. Hoy, más que nunca, el valor de una propiedad inmobiliaria tiene en cuenta el patrimonio natural circundante como un activo para el disfrute actual y el de las próximas generaciones. En una isla como Tenerife, con temperaturas primaverales constantes, las viviendas pueden incorporar paneles solares para la producción de energías renovables y utilizar la madera como aislante y principal material para las terrazas. Además, la vegetación autóctona puede aprovecharse para diseñar cercas vivas que delimiten las propiedades y, por supuesto, para la creación de jardines sin desestabilizar los ecosistemas. La reutilización de residuos de canteras como mármol o pizarra también es una opción imprescindible en aras de conseguir construcciones sostenibles.
En el diseño de Abama Resort el medioambiente no es accesorio sino vertebrador de todo un proyecto porque se tiene en cuenta para la elección de materiales reciclados, la reutilización de recursos como el agua y el control de la eficiencia energética, entre otros aspectos. Los circuitos internos en una comunidad como Abama Resort, así como los espacios comerciales y de ocio delimitados en Plaza Abama garantizan el cumplimiento de las normativas europeas en materia ambiental y además, ofrecen la tranquilidad de un acceso restringido y controlado las 24 horas. Otra tendencia en auge en cuanto a comunidades sostenibles son las viviendas que sirven tanto para uso habitacional como turístico. Propiedades que se pueden comprar y alquilar como una oportunidad para dotar de diversidad y eficiencia los mismos espacios a lo largo de todo el año y una opción de retorno seguro de la inversión.
El interiorismo, fundamental en la conceptualización del hogar
La escuela de la Bauhaus no solo representó un punto de inflexión importante en el mundo de la arquitectura, sino también en el diseño interior de la vivienda. A partir del siglo XX el trabajo en equipo con los interioristas ha sido clave para conseguir espacios armónicos desde el punto de vista estético, con una intencionalidad enfocada en el confort de las personas. Y es que la elección de acabados, muebles y revestimientos en función de una apariencia nítida y atractiva no está reñida con la comodidad. El interiorismo enfoca su atención en elementos que cumplan con una función determinada y tengan sentido para quienes ocupan ese espacio día a día. Conceptos del minimalismo como orden, luminosidad y simplicidad se introducen en la decoración de interiores bajo una premisa clara: vivir con menos es atraer la atención hacia formas, colores y texturas específicas.
La sobriedad, por tanto, es una búsqueda por la personalización de los ambientes para que expresen un carácter propio y huyan de la contaminación visual. Eliminar todo aquello que resulte excesivo para dar paso a piezas decorativas y mobiliario que realmente interpreten las necesidades de quienes les dan un uso cotidiano. Así mismo, la relación entre el interior y el exterior de la vivienda debe mantener un equilibrio que favorezca la compenetración con los colores del paisaje, la luz y las formas de los elementos de la naturaleza.
Con más de 30 años de experiencia en el tema, Rita Rosés define este arte como la “integración del entorno interior con la arquitectura”. Alma y referente de la decoración de las comunidades residenciales de Abama, Rosés desarrolla ideas para decorar con un propósito muy concreto, lograr que cada detalle sea una motivación para sentirse a gusto en casa. Salones que inviten a conversar, terrazas inspiradoras, cocinas que generen experiencias agradables y habitaciones diseñadas para el descanso reparador son algunos de los retos que asume con pasión en cada proyecto del resort.
Materiales nobles como la madera, fibras naturales de lino, algodón o lana, grandes lámparas en puntos estratégicos y sillones de diseño dispuestos para conseguir las mejores vistas, predominan en sus propuestas. Y es que, si no se habita, una casa pierde vitalidad. Además, es necesario reformular su decoración en la medida en que cambian las prioridades. Así pudo comprobarse en 2020 cuando las viviendas se transformaron en espacios polivalentes para compaginar vida privada con esfera laboral.
La irrupción del teletrabajo en la cotidianidad obliga a repensar la distribución de los espacios para desarrollar la actividad profesional y contar con metros suficientes para disfrutar también de las relaciones con los demás integrantes del hogar. La amplitud de las habitaciones, los espacios interiores diáfanos, el mobiliario adecuado y los jardines exteriores propios conforman las condiciones ideales para vivir y trabajar en el mismo entorno. Además, la posibilidad de combinar actividad profesional con deportes al aire libre sin hacer grandes desplazamientos desde el hogar es un lujo invaluable.
Un destino atractivo como inversión a largo plazo
Si la estética arquitectónica es decisiva a la hora de hacer una inversión inmobiliaria, el destino en el que esté situada es otro factor determinante. La experiencia global del confinamiento por el virus del COVID-19 ha obligado a un serio replanteamiento sobre las condiciones que ofrecen las ciudades. Grandes superficies con jardines propios, situación geográfica estratégica, posibilidades cercanas de ocio y deporte, así como espacios para la interrelación social sin aglomeraciones son necesidades latentes para quienes han entendido la importancia de ralentizar la agitada vida urbana. Ubicado en la Isla de Tenerife, un resort como Abama es un enclave paradisíaco en el océano Atlántico que resulta muy atractivo para quien quiera reconsiderar su forma de vivir. Además, gracias a la normativa española que establece el visado de residencia por adquisición de bienes inmuebles, el comprador proveniente de países impactados por el Brexit o de fuera del continente, puede obtener documentación que le permite viajar libremente.
Como establecimiento permanente o temporal, una casa de lujo en Abama garantiza vacaciones con acceso a uno de los mejores campos de golf, una exquisita oferta gastronómica que incluye dos restaurantes estrella Michelin, pistas profesionales de tenis, spa y gimnasio sin salir de las instalaciones del resort. Esto sin contar con la exuberancia del paisaje volcánico circundante cuyo principal protagonista es el Parque Natural del Teide, declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco.
Otros sitios que se han hecho célebres por integrar paisaje y arquitectura de vanguardia son Changzhou (China) que cuenta con un resort integrado al lago Taihu y Phuket (Tailandia) cuyas mejores comunidades residenciales son un verdadero tributo al océano Índico. El trabajo de firmas como International Place Design LLC (iPlace Design), MHBC - MacNaughtonHermsen Britton Clarkson Planning Limited y Smallwood Architects marca la diferencia en propuestas de buen gusto que sacan partido a lo mejor de cada destino.
Sin duda alguna, la estética en la arquitectura moderna se erige como elemento de valor ya no solo para la propiedad inmobiliaria en sí misma, sino también para dotar de sentido la comunidad residencial de la que forme parte y el destino que enriquece con su presencia. Sensibilidad en cada detalle, sencillez al servicio de la elegancia y compenetración con la magnificencia del entorno son las claves que redefinen el concepto de la propiedad como patrimonio de exquisito refinamiento capaz de revalorizarse por sí misma.